Con Carla y David disfrutamos de una preboda en la playa, una boda maravillosa y ahora llegó el momento de su postboda. Lo bonito de la postboda es que nos permite ir sin prisas, charlando de las anécdotas de la boda y buscar localizaciones que el día de la boda sería imposible; la playa de Rodiles y un precioso bosque fueron los lugares escogidos.
Gracias chicos por los grandes momentos, sois tan bonitos por fuera como por dentro!!!
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